Estamos en pleno Año de San José después de que el Papa Francisco quisiera destacar su figura con motivo del 150 aniversario de la declaración del esposo de María como patrono de la Iglesia Universal, para lo que ha concedido indulgencias plenarias durante este periodo que concluirá el 8 de diciembre de 2021.
Con este motivo nuestra Hermandad va a realizar, siguiendo las meditaciones de nuestro querido Doctor de la Iglesia San Juan de Ávila, los Siete Domingos de San José.
Los 7 domingos de San José es una tradicional preparación para su fiesta del día 19 de marzo que se realiza siguiendo una antigua costumbre de la Iglesia durante los siete domingos anteriores al día del Santo Patriarca.
Su origen se remonta al siglo XVI y consiste en acudir con especial detenimiento al Esposo de la Inmaculada Virgen María. Para ello, se suelen contemplar los principales misterios acontecidos a lo largo de su vida en la tierra entretejidos de gozos y dolores, en los que se refleja de algún modo toda vida humana.
INICIO
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios nuestro.
En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois, Bondad infinita y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa Señor de todo corazón haberos ofendido; os propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Os ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como os lo suplico, así confío en vuestra Misericordia infinita, me los perdonaréis, por los merecimientos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y perseverar en Vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén.
OFRECIMIENTO
Glorioso Patriarca Señor San José, eficaz consuelo de los afligidos y seguro refugio de los moribundos; dignaos aceptar el obsequio de este Ejercicio que voy a rezar en memoria de vuestros Siete Dolores y Gozos. Y así como en vuestra feliz muerte, Jesucristo y Su Madre María os asistieron y consolaron tan amorosamente, así también Vos, asistidme en aquel trance, para que, no faltando yo a la fe, a la esperanza y a la caridad, me haga digno, por los méritos de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y vuestro patrocinio, de la consecución de la vida eterna, y por tanto de vuestra compañía en el Cielo.
MEDITACIÓN DE SAN JUAN DE ÁVILA
Día primero:
“El santo José tenía el corazón tan hecho uno con su esposa, que haberla de dejar era arrancársele las entrañas y partírsele el corazón. Y mirándola ya con ojos alumbrados por lumbre del cielo, ni se tenía por digno de estar delante de ella; y, arrojado a sus pies, regaba la tierra con lágrimas pidiendo perdón; y la Virgen se arrojó a los pies de él, rogándole se levantase a servir a Dios en el negocio que le había encomendado”. Sermón 75
DOLORES Y GOZOS DE SAN JOSÉ
-Primer Dolor: Cuando San José estaba dispuesto a repudiar a su Inmaculada Esposa
"Estando desposada su madre María con José, antes de vivir juntos se halló que había concebido en su seno por obra del Espíritu Santo" (Evangelio de San Mateo, cap.1, vers.18).
-Primera Alegría: Cuando el Arcángel le reveló a San José el sublime Misterio de la Encarnación.
"El Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, pues lo concebido en Ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús" (Evangelio de San Mateo, cap.1, vers. 20-21).
ORACIÓN
Glorioso San José, Esposo de María Santísima. Como fue grande la angustia y el dolor de tu corazón, en la duda de abandonar a tu Purísima Esposa, así fue inmensa la alegría cuando te fue revelado por el Ángel el soberano Misterio de la Redención.
Por este Dolor y aquella Alegría, te rogamos nos consueles en las angustias de nuestra última hora y nos concedas una santa muerte, después de haber vivido una vida semejante a la tuya junto a Jesús y María.
Ahora, reza con piedad un Padrenuestro, un Avemaría, el Ave de San José y un Gloria, para terminar diciendo
Jaculatoria: San José, Modelo y Patrono de aquellos que aman al Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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