domingo, 7 de marzo de 2021

SEXTO DOMINGO DE SAN JOSÉ

INICIO
               Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios nuestro.
               En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

               Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois, Bondad infinita y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa Señor de todo corazón haberos ofendido;  os propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.

OFRECIMIENTO
              Os ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como os lo suplico, así confío en vuestra Misericordia infinita me los perdonaréis por los merecimientos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén.

LECTURA EVANGÉLICA
Del evangelio según san Mateo 2, 19-23

Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, coge al 
niño y a su madre y vuelve a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño». Se levantó, tomó al niño y a su madre y volvió a la tierra de Israel. Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes tuvo miedo de ir allá. Y avisado en sueños se retiró a Galilea y se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo dicho por medio de los profetas, que se llamaría nazareno.

PENSAMIENTOS DEL MAESTRO 
De los escritos de san Juan de Ávila Sermón 75

Dice el Señor: no me hice ángel, sino hombre para abajarme más; de mano de hombre he de recibir lo que he menester, de lo que ganare con su oficio con mucho sudor de su cara. ¡Oh humildad! ¡Oh pobreza, cuán amada sois de este Señor, pues os santifica, tomándoos en su misma persona, para después llamar bienaventurados a los humildes y pobres de espíritu! (cf. Mt 5,3). Por lo cual convino que la Virgen bendita fuese casada, para que, pues ella no podía a solas remediar las necesidades de su Hijo bendito, tuviese esposo que la ayudase. Porque así como se escribe de Adán que le dio Dios mujer para que le ayudase (Gn 2,18), así también no convino que la bendita Virgen estuviese sola en este ministerio, sino que se le diese varón que la ayudase y fuese semejable a ella.

SEXTO DOMINGO

Sexto dolor: el temor a Arquelao al regresar de Egipto a Israel. 

Sexto gozo: Regresar a Israel y establecer a Jesús en Nazaret con la confianza que le transmitió el Ángel.

ORACIÓN DE PETICIÓN
Glorioso San José, que viste sujeto a tus órdenes al Rey de los Cielos. Si tu alegría al regresar de Egipto se vio turbada por el 
miedo a Arquelao, después, al ser tranquilizado por el ángel, viviste contento en Nazaret con Jesús y María. 

Por este dolor y gozo, alcánzanos la gracia de vernos libres de temores, y gozando de la paz de conciencia, de vivir seguros con Jesús y María y morir en su compañía.

Padre nuestro. Ave María. Gloria.

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