Baeza a los pies de la Misericordia de la Madre de Dios.
Como cada año, el Martes de Pasión tenía lugar la Veneración del Stmo. Cristo de la Misericordia en la Capilla de San Juan Evangelista.
"El minutero de la tarde alargó los rayos del sol, hasta fundirlos con más intensidad entre los dorados que revestían las piedras de la antigua universidad. Allí, en la casa del maestro que proclamó por estas tierras que “sepan todos que nuestro Dios es amor” la Misericordia de Dios, quedó a los pies de las gentes de Baeza.
Entre vítores se escribe la pasión en la semana de vísperas, las oraciones brotan en una capilla donde se detiene el tiempo y la devoción florece incesante, como el correteo de los chiquitos en las escuelas, ante la maestra que en su tarima de terciopelos y cera, presencia como aquellos que quieren el aprobado del cielo, ponen su alma a los pies del Dios bueno.
La pasión está a punto de estallar en las calles y plazas de la eterna Baeza y por ello la ciudad, se aproxima a Cristo en esta primavera recién estrenada, que aunque la misma tiene prisa por irse, ahora detiene este primer tramo ante nuestros ojos, para que sigamos la cruz de guía aunque los antifaces estén guardados en las cómodas y cámaras.
Y así, quedó el Señor de la Misericordia de la Madre de Dios expuesto a veneración de los fieles entre la luz intensa de la tarde y el recogimiento al llegar la noche. Las almas son inquietas, pero a pesar de ello, saben que solo por su Misericordia, se abrirán las puertas del paraíso.
En aquel lugar, se percibió una estampa de las de siempre, de esas que llamaron a la piedad y que hoy los corazones necesitan para que la fe continúe floreciente. Allí se sucedieron las siete palabras, se sintió la pasión del Señor.
La primavera tiene prisa por irse, pero antes nos dejó, a Baeza a los pies, de la Misericordia de la Madre de Dios."
Crónica de José García Checa para Gente de Paz
No hay comentarios:
Publicar un comentario