Garrido Curiel centró su discurso de ingreso en la devoción a la Inmaculada Concepción de María en el siglo XVII, así como en todas las noticias que daba Antonio Calderón en referencia al juramento en defensa de la pureza de María de la universidad de Baeza. También en su alocución hizo referencia al origen de la universidad, haciendo mención a otras universidades españolas donde se realizó también el voto a la defensa de la pureza de María Santísima.
En su disertación puso en valor el papel jugado por la Hermandad de “Las Escuelas” en los actos y cultos organizados con motivo del IV centenario del juramento inmaculista de la universidad de Baeza.
El arte también estuvo presente en su discurso desgranando cómo se había transmitido en el mismo la devoción a la Limpia y Pura, así como otros personajes ilustres de la historia de la Iglesia y del arte, habían hablado de la Inmaculada Concepción, como San Pedro Pascual, que pese a ser un santo del siglo XIV ya estableció las bases a esta devoción, las coplas del poeta baezano Alonso de Bonilla, de Pérez de Valdivia y su tratado a la Inmaculada, así como la aportación de todos los discípulos de la universidad baezana.
José García Checa.
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