La fiesta del Corpus Christi (Cuerpo de Cristo), cuyo origen podemos encontrar en Bélgica a través de Santa Juliana de Monte Cornillón (Bélgica, 1193-1258), tiene como finalidad proclamar la fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía y aunque fue instituida universalmente por el Papa Urbano IV en 1264, no será hasta la Contrarreforma del Concilio de Trento que termina en 1563 cuando esta solemnidad alcance su mayor esplendor. Se produce en este momento un fenómeno de máxima exaltación y veneración de la Eucaristía que convertirá la procesión del Corpus en una inmejorable manifestación externa del dogma eucarístico y del triunfo de la Iglesia Católica.Ya en el siglo XIV se tienen noticias de la celebración del Corpus en Baeza, siendo nuestra ciudad ya reconocida en el siglo XV en toda Castilla por la solemnidad y magnificencia con la que realizaba anualmente estas celebraciones en honor al Santísimo Sacramento. Pero será como decíamos antes, a partir del siglo XVI, cuando esta festividad cobre verdadera importancia convirtiéndose entonces sin ningún lugar a dudas en la fiesta por excelencia de nuestra ciudad. Como muestra de esta principal importancia encontramos a modo de ejemplo en las actas capitulares del archivo de la ciudad, que el 15 de abril de 1581 el cabildo da permiso a los caballeros veinticuatro para organizar esta fiesta con participación de músicas, danzas y además se decide ubicar toldos en las calles y librar dinero para premiar los altares y cruces que se hagan al paso de Su Divina Majestad.


La realización de estos altares, arquitectura efímera muy del gusto del Barroco, solía correr a cargo en un principio de particulares, generalmente familias nobles cuya vivienda se situaba en el recorrido y, con frecuencia, éstos altares se engalanaban con los mejores cortinajes de la casa y las imágenes de la devoción doméstica de cada una, además de los enseres y ajuares más lujosos de las capillas u oratorios privados de las casas señoriales.

En la actualidad son fundamentalmente las Hermandades, junto a los vecinos de la calle Sacramento quienes año tras año mantienen esta bella tradición de los altares y las alfombras que llaman la atención de propios y extraños por su belleza y originalidad. Con los objetivos de fomentar esta tradición y de premiar simbólicamente el trabajo de quienes realizan y mantienen esta bella tradición, la Hermandad Penitencial del Stmo. Cristo de la Misericordia “Las Escuelas” organiza desde su fundación en 1980 el concurso de Altares y Alfombras que este año llega a su trigésima segunda edición.

ALABADO SEA EL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR
Y LA VIRGEN CONCEBIDA SIN PECADO ORIGINAL

No hay comentarios:
Publicar un comentario