viernes, 12 de octubre de 2018

BESEMOS LAS MANOS DE MARÍA

Foto: F. J. Salido

Con motivo del IV Centenario del Juramento Inmaculista de la Universidad de Baeza (1618-2018), la Agrupación Arciprestal de Cofradías y Hermandades de la ciudad ha organizado un Magno Besamanos que tendrá lugar (D.m.) el próximo sábado 20 de octubre.

Durante dicha jornada todos los templos de la ciudad estarán abiertos ininterrumpidamente desde las 10 de la mañana hasta las 8 de la tarde para que los fieles pueden acercarse a las 28 advocaciones que de María Santísima estarán expuestas en público besamanos.

EL BESAMANOS EN LA HISTORIA

Pero... ¿cuál es el origen de esta costumbre de besar la mano?

La tradición del besamanos como muestra de reverencia y profundo respeto parece tener su origen  en las ceremonias de obediencia y fidelidad del antiguo Imperio Persa a sus soberanos. Tras la invasión en el año 331 a.C. de los griegos, Alejandro Magno trae consigo esta costumbre desde oriente a occidente consolidándose más tarde en el Imperio Romano como forma habitual de veneración al emperador. Tras arrodillarse ante él, sus súbditos tocaban ligeramente con la mano el filo de su manto púrpura, para después acercarse la mano a la boca para besarla. 

Será el Papa Constantino I en el año 709 el que introduzca esta costumbre en el ceremonial pontificio no sólo en actos solemnes,  sino como saludo protocolario en cualquier audiencia o encuentro con el Soberano Pontífice. 

Por otra parte, esta forma de mostrar respeto se realizaba también en la Edad Media entre nobles y vasallos, ya que estos últimos juraban sumisión y fidelidad besando la mano de su señor. Este acto de vasallaje se denominaba el "osculum fidelitatis" o beso de la fidelidad.

Esta práctica se extendió entre la realeza llegando en el caso de Castilla a quedar estipulada en las Partidas de Alfonso X "El Sabio". En las citadas leyes se dispone que "el vasallo ha de besar la mano a su señor cuando éste le haga caballero, le ciña la espada y cuando se despida de él. Pero al rey, añade, son todos obligados a besársela al recibirle, al partir y cuando éste les conceda alguna merced."


También el uso de esta costumbre estuvo desde muy antiguo en las cortes musulmanas. Como curiosidad diremos que este uso se interrumpió en el imperio otomano tras la muerte del emperador Murad I a manos de un soldado que se acercó a él para besar su mano y le asesinó. Desde entonces, en las recepciones para saludar y presentar sus respetos al Gran Sultán se besaba una larga manga de varios metros que partía del traje del soberano.

Hoy en día, besar la mano como muestra de respeto y fidelidad, a pesar de los siglos, de los cambios sociales y culturales, se ha mantenido en el saludo a los sumos pontífices, reyes, obispos y por último como saludo respetuoso a las señoras en actos protocolarios, aunque este último uso está prácticamente desaparecido.

En cuanto a la existencia de esta práctica en actos religiosos, podemos observar cómo a principios del siglo XX hubo un gran movimiento en la Iglesia sobre la cuestión de la Realeza de Cristo, y por consiguiente de su Madre, que se plasmó en la institución de la Solemnidad de Cristo Rey por el papa Pio XI el día 11 de diciembre de 1925, a través de la Carta Encíclica "Quas Primas".

No necesariamente ligado a este acontecimiento, pero sí en este mismo ambiente, surgen los primeros besamanos como actos de piedad popular y muestras de devoción y fervor hacia las imágenes que representan a Cristo y su bendita Madre.

El primer besamanos piadoso del que se tiene constancia fue el de la Virgen de la Esperanza Macarena el día 18 de diciembre de 1925 en la ciudad de Sevilla.  De las ceremonias cortesanas que hemos comentado anteriormente es de donde se toma la inspiración con la idea de reverenciar y venerar  a la Madre de Dios como Reina de cielos y tierra.

El colofón a esta trayectoria es la institución de la fiesta de la Realeza de María por el Venerable Papa Pio XII el día 1 de Noviembre de 1954 en su Carta Encíclica "Ad Caeli Reginam".

Desde entonces se popularizan por toda la geografía nacional estos actos de piedad popular como muestras de veneración, respeto y fervor a las sagradas imágenes como representaciones de la Madre de Dios.

Este próximo sábado, con motivo de la celebración de este Magno Besamanos en honor de la Inmaculada Concepción de María, mujeres y hombres de todas las  condiciones, de aquí y de allí, niños, jóvenes, adultos y ancianos, todos,  estamos llamados a besar la mano de la Emperatriz Soberana de Cielos y Tierra.

Besar la mano de María  será una muestra de fidelidad a la Reina de nuestras almas. Besar las manos de María será una muestra de amor incondicional a la dueña de nuestros corazones. Besar las manos de María será besar las manos delicadas de nuestra madre. Besar las manos de María será besar las manos de la Madre de Dios. Esas manos que en Belén fueron la primera custodia en exponer a Cristo en adoración. Esas manos que en el Calvario a los pies de la Cruz fueron las primeras en recibir a Cristo Redentor.   Que este próximo sábado sea una jornada de agradecimiento, de oración, de alegría, de conversión y de amor de los hijos de María. Que Ella siempre nos proteja, que Ella sea nuestro modelo y que agarrados de su mano, alcancemos vida eterna.

¡Besemos las manos de María!


Bibliografía:

"El beso de la mano. Sociología de la aristocracia cortesana." Norbert Elias. 1992
"El primer besamanos de la historia". Javier Macías. 2013
"Los origenes de los besapiés y besamanos". Víctor T. Rodríguez-Flores 2015

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